
¿El sistema educativo nacional tiene que evolucionar? (Parte 2)
Reflexión: ¿El sistema educativo nacional tiene que evolucionar?
(Parte 2)
En la primera parte de la reflexión, vislumbré la opinión de una antigua amistad que actualmente estudia en la modalidad de sistema abierto la licenciatura y que considera inadecuado el que esta opción sea aplicada para niveles básicos de estudio. Ahora bien, además de lo previamente expresado en cuanto a las condiciones ideales que todo estudiante debe tener en casa, y comparando los beneficios que puede traer consigo un sistema mixto, de educación a distancia o semi-presencial –como queramos llamarlo– con la presente emergencia sanitaria, la convivencia familiar se incrementa y por lo tanto genera que los padres o tutores funjan como auxiliares en el estudio de sus hijos(as), llevando así un desplazamiento de la figura del profesor, que sin duda alguna es remplazada por la presencia física de los padres o tutores (que en el mejor de los casos apoyarán al estudiante). Por lo cual, cuando se habla de una educación a distancia o abierta, se genera una independencia y autodisciplina en el estudio, pero ¿qué pasa si los padres de desentienden del estudio del hijo(a)? No se podrá desarrollar una organización que sea optima y clara en respetar los tiempos para el esparcimiento o juego, los de estudio, las clases y por supuesto un descanso efectivo, pues la pandemia ha generado más desórdenes en el sueño, sumando todos estos aspectos a un estrés infantil o en jóvenes adolescentes.
Viniendo de un sistema escolarizado que ha sido y sigue siendo el favorito por muchos y que, como todo, tiene ventajas y desventajas. De las cuales solo mencionaré algunas, una de ellas y de las más notables, es la posibilidad de socializar entre compañeros ya sean de la misma generación o no, así como frecuentar amistades, pasar tiempo de esparcimiento con ellos sin la supervisión de los padres y estar en un espacio que es diferente al de la casa. Aquí haré un paréntesis al respecto, quizá no sea agradable mencionar que algunos padres de familia aprovechan a las escuelas primarias como si fueran las guarderías de sus hijos, el/la maestro(a) se convierte en una nana y en otras ocasiones le atribuyen la culpa a los mismos en caso de que el estudiante repruebe o tenga malas calificaciones. Convirtiendo así la escuela en un espacio de fauna nociva (por así llamarlo) con padres de familia que no toman la responsabilidad de que el aprovechamiento escolar viene por parte de la motivación en casa. Si no existe tal motivación, el estudiante pierde interés en el estudio, viéndolo como una mera obligación y no como un derecho. Otra de las ventajas es que, si tienes duda en algún tema, lo hablas directamente con el profesor inmediatamente, al día siguiente o en la próxima clase de esa materia. De una u otra forma es natural el que nuestro tiempo como estudiantes sea compartido por las relaciones interpersonales que se desarrollen, haciendo el proceso más llevadero. Sin embargo, tanto los padres de familia de niveles de primaria y secundaria, como los estudiantes se pueden volver más dependientes y a la vez atribuirle la culpa al/los maestro(s), evadiendo así la responsabilidad del rendimiento escolar. Por otro lado, una desventaja por la que muchos hemos sufrido –a menos de vivir cerca de la escuela– es el tiempo y el dinero que se gasta en el transporte público.
Con las clases a distancia, todo lo anterior se vuelve imposible de aplicar, pues depende de cada alumno enviar tareas o completar las actividades, aparentemente el tiempo que se ha ganado sin el uso de transporte público, no es productivo o no se ha aprovechado al cien por ciento, por falta de actividades de esparcimiento y que si se quiere aplicar en un futuro un plan de estudio mixto, se deben tomar en cuenta horas que permitan despejar la mente, así como metodologías de investigación, pues teniendo acceso a internet no se puede permitir que los estudiantes saquen la información de cualquier página popular que dé respuestas rápidamente o depender de que el libro esté disponible en formato PDF, olvidando las bibliotecas de las escuelas así como las públicas. Muchos especulan respecto a la deserción escolar que habrá en el país si se continúa con clases en línea. Sin embargo, aun teniendo clases presenciales está comprobando que el rendimiento académico en México ha sido bajo.
Quizá este tiempo de pandemia, sea una ventana de oportunidades para que las diferentes escuelas a nivel nacional vean qué se está haciendo bien y que mal. Varias actividades cotidianas serán diferentes después de la pandemia, a qué grado, aún se desconoce, pero es un hecho que los gadgets estarán más presentes en la vida estudiantil.
Por: Estefania T. Minor
@FannyTMinor
"Trackback" Enlace desde tu web.