El individualismo en nuestra sociedad durante la pandemia, ¿un rasgo del sistema capitalista?

Reflexión: El individualismo en nuestra sociedad durante la pandemia, ¿un rasgo del sistema capitalista?

 

Tengo la fortuna de que mis amistades que trabajan en el sector médico, desarrollando diferentes actividades acordes a sus carreras, ya sean de medicina o enfermería, me compartan sus experiencias y anécdotas; con la presente emergencia sanitaria, no los he podido ver como en otros años, ya que desde el momento que entran a trabajar a una clínica u hospital sus horarios son pesados y tienen poco tiempo para ellos. Una de mis mejores amigas durante estos meses ha tenido que enfrentarse a su vocación y a regirse por lo que ella juró en su toma de protesta al obtener el grado de licenciada en enfermería. Una de sus principales quejas y molestias –ya declarada la pandemia en México– era la falta de empatía por parte de ciertas personas que no creían en la existencia del virus o que llevaban a cabo sus actividades sin seguir las recomendaciones implementadas por el sector de salud del país. Y que, de resultar contagiadas por COVID-19, ellos tienen que brindar el servicio a todos aquellos que en un momento se mostraron incrédulos, ponen a prueba no solo su vocación sino también su voluntad.

Lo cual, me llevó a pensar en que este tipo de pensamiento o elección es de una u otra forma cimentado en el individualismo que ha permeado el sistema capitalista en nuestra sociedad, no estoy criticando a éste porque como todo sistema, tiene pros y contras, sin embargo, se ha creado una atmósfera de: -Mientras a mí o a los míos, no les pase nada, estoy bien-, pero en caso de que sea lo opuesto, es donde se genera un conflicto de intereses. Pensar en el otro, de verdad, ¿cuándo hemos pensado conscientemente por el otro? No hablo del otro, que puede ser nuestro(a) vecino(a) de la puerta contigua, sino de todos aquellos que no conocemos, los que van en el mismo convoy del metro, metrobús, etc., aquellos que pasan caminando por la calle donde vivimos y que tanto por sus acciones como por las nuestras, llegamos a sufrir las consecuencias.

El caso de esta amistad es uno de muchos a nivel nacional, generar empatía es un paso complejo porque además de ésta, uno debe ser coherente con lo que dice y hace, el convivio no será solo para los momentos felices sino también en los difíciles; podremos ser una sociedad, sí, pero al no haber sentido comunitario, no habrá un grado humano por el que se quiera regresar a todas aquellas prácticas que teníamos antes de la pandemia. El sentido comunitario del mexicano promedio es de los más complejos de estudiar porque siendo un territorio grande, nos encontramos con múltiples pensamientos e ideologías, ¿cómo fomentar la integración entre las micro-sociedades de cada estado del país? A diferencia de otros países donde han incluso llegado a hacer marchas por las disposiciones oficiales de cada gobierno, con toque de queda, restricciones para salir a la calle con horarios específicos o el simple hecho de llevar cubrebocas y/o careta obligatoriamente, así como el uso de gel antibacterial, se malinterpreta por la ideología de que se cuarta su libertad de escoger usar o no estos implementos. Considero que escudarse en eso, es solo una forma de negar por lo que realmente pasa el mundo y que no solo afecta a unos cuantos, sino a todos, haciendo que la duración activa de la pandemia se alargue. Es la responsabilidad de cada uno el cuidarse, no por los suyos sino en su comunidad y no confiarse de que el sector salud, que ha sido igualmente afectado, teniendo bajas en su personal, estará ahí para responder la demanda de hospitalizaciones y casos graves.

Todos en mayor o menor grado, extrañamos nuestras actividades de fin de semana como ir al cine, reuniones familiares o fiestas con amigos, ir a conciertos, exposiciones, viajes para vacacionar al extranjero o algún destino nacional, graduaciones, bautizos, bodas, todas las formas de convivio y que ahora han sido pospuestas o canceladas –sea el caso. – De uno depende como parte de la sociedad, el ser empático con aquellos que exponen su vida porque así es su vocación, no hay individualismos, están al servicio del país y no los conocemos en su mayoría, pero sin ellos no podríamos tener la posibilidad de regresar a las actividades anteriores; tenemos la oportunidad de ser coherentes en lo que decimos/promovemos con lo que hacemos día con día y finalmente, es una elección en conjunto que nos beneficiará o por el contrario, tardaremos más con la pandemia activa.

Por: Estefania T. Minor

@FannyTMinor