
¿Cuáles son nuestras prioridades?
Reflexión: ¿Cuáles son nuestras prioridades?
A nivel mundial se habla de las prioridades que tiene la comunidad científica por obtener una vacuna que sea efectiva con todos los que seguimos habitando el planeta. El panorama se ve positivo, pero hay que ser sensatos y prudentes ante este tipo de información, pues si bien ya se llevan a cabo los ensayos clínicos controlados y con seguimiento durante un año en la sociedad mexicana, no hay que cantar victoria. ¿Por qué? Usualmente el desarrollo de una vacuna se lleva en promedio de tres a cinco años, lo cual con esta pandemia se vio aminorado en cuanto tiempo de espera, principalmente por la premura y urgencia ante un posible colapso en la economía mundial. Aunado a esto no solo son los gobiernos de los países que emprendieron la carrera por lograr el desarrollo de una vacuna, sino por las empresas encargadas de la producción en masa de la misma, con esto me refiero al beneficio económico que conlleva.
El desarrollo de vacunas es un proceso complejo, dejando de lado el porcentaje de efectividad que se ha manifestado por parte de algunos laboratorios, es cierto que las condiciones y necesidades a nivel mundial no son las mismas; los recursos económicos que cada país está destinando para la obtención de las primeras dosis deben considerar un extra, pues las vacunas necesitan ciertos requisitos para su correcta conservación donde quiera que éstas vayan, lo cual aumenta el precio. Por eso, algunos laboratorios buscan que las vacunas puedan conservarse en condiciones y temperaturas no tan extremas, pues eso hace de las mismas más accesibles económicamente hablando, sin la necesidad de refrigeradores que las conserven en temperaturas extremadamente frías. Sin embargo, esto no es tan sencillo ni rápido de lograr.
Ciertos países, ya aprobaron jornadas de vacunación en su población, principalmente en las de alto riesgo y todo el personal médico que están en la línea de batalla. Con este tipo de noticias, básicamente se van generando dos estados en el público general, ansiedad –como con cualquier producto único en el mercado que genera la necesidad de obtenerlo de inmediato- o desenfado, al saber que ya hay una “cura” para el virus y pueden continuar con su ritmo de vida sin tomar precauciones o atención a las medidas de salubridad, generando una atmósfera de indiferencia.
Al igual que cualquiera de nosotros, que velamos por el bienestar de nuestra familia, habrá países que quieran acaparar antes que nadie los primeros lotes de las vacunas al ser desarrolladas en esa nación. Lo cual, es una ventaja para ellos pero que a la vez podría generar discordia entre naciones, ya que procuran a sus poblaciones y van de por medio necesidades y prioridades nacionales.
Ahora con la parte de los ensayos clínicos, es indispensable que se vaya fomentando dentro de nuestra cultura la participación de todos en relación con la ciencia. Si bien es una rama indispensable en el desarrollo de cualquier país, se deben implementar estrategias que generen una sinergia y un equilibrio con la misma, sin necesidad de recordar sus bases cada que se vaya a un museo interactivo o con relación a las ciencias.
Distintas prioridades a nivel mundial, sí, pero hay que optar por una visión solidaria y empática, difícil de llevar a la práctica, por supuesto, ya que cada uno de nosotros tenemos prioridades diversas como individuos, pero considero que hay que tomar la responsabilidad que compartimos en comunidad como la prioridad fundamental.
Por: Estefania T. Minor
@FannyTMinor
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