Segunda recomendación de lectura

Para esta segunda recomendación de lectura, quiero puntualizar el hecho de que estamos muy asiduos y permea en nuestro inconsciente colectivo, la visión del mundo occidental. La cual, desde que vino la conquista de México por parte de España y con ello la evangelización de los antiguos pobladores fue un parteaguas en la forma en que hoy en día, vemos actualmente, el vínculo prehispánico con el rito e imagen de un santo o una virgen. Desde ahí, inicia una visión de “lo perfecto es”, “la belleza es” y el rol de la mujer queda más cercado por lo que puede o no hacer –y que actualmente en pleno siglo XXI, por usos y costumbres no se puede lograr un avance total en nuestro territorio en ciertas zonas- Después de todo, México es un país con muchos contrastes, sin embargo, la recomendación para esta semana es con referencia a esta visión.

El paraíso perdido de John Milton es un poema largo, que a través de sus páginas expresa de forma muy particular y concreta la lucha “eterna” entre Dios y Lucifer, así como el origen del hombre y su destierro del paraíso cuando Eva come del fruto de la ciencia, el fruto prohibido, dando pie a todos los males, -como fue con la caja de Pandora- casualmente, son mujeres las que por su curiosidad desobedecen la orden de Dios/Zeus –sea este el caso-. Si acercamos la similitud que tiene el conflicto entre las fuerzas que se oponen, es la base para novelas, obras de teatro, películas, series, y por lo tanto a los dilemas entre la ética y la moral que los seres humanos han combatido incontables veces a lo largo de su historia.

Lo atractivo de este poema es, si queremos un primer referente para saber el origen de dónde provienen las primeras peleas familiares –sean divinas o no- es la visión occidental de obediencia, sumisión y creencia. Independientemente de la religión que se profese, es un referente Adán y Eva que se ha llevado a múltiples formatos. Sin embargo, me resultó risible leer la parte de sublevación y rebeldía de Lucifer ante el orden de su padre (Dios) quien quiere mantener el orden establecido… ¿no se les hace similar a la etapa de la pubertad/adolescencia de los hijos con sus padres?  El hecho de dividir a los ángeles caídos (los malos) con aquellos que se quedaron del lado del padre (los buenos), es como los tíos/tías, hermanos/hermanas que son los favoritos ante la visión de sus progenitores.  Con la llegada de Adán y Eva, pasan el idilio de lo que sería el enamoramiento, después del fruto prohibido, se podría decir que inician los reproches, el echarse la culpa de sus actos… como pasa en la actualidad en los matrimonios y más ahora con la convivencia en casa por la emergencia sanitaria.

Hace unas semanas fui a comprar víveres con mi hermano, en la tienda había algunas parejas que por su forma de dirigirse y edad, podría asegurar que ya tenían varios años de casados. Uno en particular, caminaba muy cerca de la zona donde me encontraba, ambos iban por el pasillo él con el carrito de compras, ella a un lado de él le reprochaba la desidia de su esposo, al parecer porque no le había hecho caso con respecto a la compra de un producto en mejor precio hace unos días, y el hombre con un poco de fastidio aceptaba que fue su error pero que aun así podían encontrar un producto de mejor calidad y a menor precio.

Finalmente, si nos quejamos un tanto de algunas actitudes o acciones del inconsciente colectivo, es buena oportunidad el revisar e identificar el origen de éstas, después de todo, si las familias divinas e inmortales se peleaban, ¿qué nos espera a nosotros los mortales?

Por: Estefania T. Minor

@FannyTMinor