¿Bye bye Dinosaurio?

Lo que se podría decir que suena a fantasía se está volviendo realidad, estamos viendo un fenómeno que muchos creen es la debacle del Partido Revolucionario Institucional, no es algo nuevo que seamos testigos de su caída en popularidad y aceptación, sin embargo, a menos de 2 meses del proceso electoral sus estrategias han sido poco redituables o peor aún adversas a sus intereses, si a eso le sumamos el cambio en su presidencia pasando de Enrique Ochoa a René Juárez podemos deducir que la crisis en dicho partido es severa.

El lastre del gobierno actual, le ha generado una serie de problemas de credibilidad y actuar, así como una caída severa en las preferencias del electorado, por su imagen verdaderamente gastada gracias a lo que supuestamente era la nueva y rejuvenecida generación de gobernadores priistas, aquellos que han dejado a sus respectivos Estados saqueados y descontentos.

El conjunto de enojo y voto de castigo que se pudiese presentar en las próximas elecciones, más la convulsión interna de facciones no muy de acuerdo con los procedimientos del partido traen como consecuencia una fractura inminente del mismo, dado que todos los esfuerzos por conseguir la continuidad en el poder han sido un rotundo fracaso y porque también de una u otra forma saben que el candidato elegido no fue algo acertado.

Las campañas de ataque hace años utilizadas no surten efecto positivo, las campañas de comparación con personajes de otros países, el recurso del miedo para inducir un cambio en la visión de la población, spots carentes de inventiva, incluso el uso de la PGR para aturdir a sus adversarios al parecer son estrategias que ya no funcionan, por el contrario, tenemos a un candidato puntero que no obstante los ataques se sigue fortaleciendo, mientras que al candidato en segundo lugar le dieron el recurso de “mártir” que hasta el momento lo aprovecha para capitalizar su situación.

Y porque digo Bye Bye Dinosaurio, debemos recordar que es lo que está en juego en estas ya inmediatas elecciones:

Las autoridades electorales la califican como la elección más grande que se ha vivido en México, con 3,400 cargos en disputa.

Imaginen nada más, son 500 diputados, 128 senadores, en 30 entidades federativas se eligen autoridades locales, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México eligen gobernador.

De seguir el panorama así, el PRI puede sufrir un golpe sin precedentes, dejándolo muy mal parado y débil.

Por: Fernando R. Tableros Minor.