“Mucho pedir”
La 4T está tratando de arrancar en un entorno por demás complicado, ya que si bien como dicen los morenistas: “los priístas-panista-perredistas”, dejaron un cochinero en la cosa pública no será fácil arrancar en un espacio en donde todavía se respira rencor, revanchismo, arrogancia y lo peor venganzas de toda índole. Al parecer los actores políticos en lugar de mostrar altura de miras para un equilibrio del estado, nada más piensan en cómo cubrir sus espaldas, tratando de quedar lo más impunemente posible, partiendo del paradigma del estado que tenían antes (véase todos los escándalos de corrupción de exgobernadores priístas en el sexenio pasado –revista proceso entre otros periódicos serios con el profesionalismo periodístico-).
Pero además y añadiendo a ello a exmadatarios panistas que siguen incendiado mediante palabrería política casi diaria en redes sociales exigencias que no hicieron y ahora sí lo exigen (doble pensamiento en política), pero no obstante de sus exigencias exigen seguridad para ellos y tal vez para sus familias también, por lo cual habría que pensar si lo mexicanos también somos merecedores de la seguridad del tipo de las que están pidiendo los expresidentes, -claro que no-, por lo cual hay estados, municipios, colonias, cuadras y calles que a diario se vive inseguridad con la que viven miles de ciudadanos, pero eso sí los panistas orondos piden su seguridad personalizada, la cual ya les fue otorgada por el gobierno en turno, pero así son las injusticias entre los gobernantes y los gobernados.
En ese mismo tenor, pero en otro rubro, el gobierno moreno tiene que concentrarse en los temas álgidos que afectan a la gente, pero también se debe preocupar por ese “grupo político” que lo quiere ver derrotado antes de que empiecen las campañas electorales, saben sus adversarios de antemano lo que le podrían ocasionar con un descalabro político electoral y lo pueden aprovechar de cara a favor de los proyectos políticos en turno.
Desde este particular punto de vista el obradorismo se tiene que coordinar bien para dar resultados, que no se duda que los puedan dar y bien, pero requiere de los recursos humanos más cercanos (con virtud), de aliados, de gente que crea en el verdadero proyecto de cambio y que por supuesto esos son los jóvenes y gente que voto por esa 4T, ya que esto implica no sólo renovación o transformación; sino un nuevo paradigma político de largo alcance para el país y para el pueblo en sí mismo –su evolución-.
Esperemos y démosle tiempo al proyecto político obradorista, de dejar cimientos legales y administrativos para los nuevos retos que se vienen, ya que ni los periodistas, intelectuales y empresarios a modo de las administraciones pasadas quieren -al parecer esa es su intención-, se derruya por lo que están ajustando su dialéctica para combatir en su momento al opresivo amlove.
En esa tónica a nadie le conviene la renuncia del mandatario en turno y/o tal vez algunos otros deseos maquiavélicos de sus grandes adversarios –por lo que deberían de pensarlo más de tres veces-, si es que se presentaran escenarios de tales dimensiones.
Pero siendo la política tan personalista como es en este país -creo que en todos-, es mucho pedir al transa, al revanchista y al ambicioso –verdad-.
Cosas para recordar:
• ¿A poco los exmandatarios panistas todavía pueden aportar mucho más en la política?
• ¿MORENA estará realmente unida hacia el fin común de todos los ciudadanos o realmente ya empieza a ver divisiones en aras del poder?
• Viene renovación en el CEN del PRI y por cuantía mayor vuelven a pedir que no haya dados cargados hacia ningún aspirante. ¡En el PRI pedir eso, “por dios impensable”!
• ¡Lo raro del gobierno morenista es que no ha llamado a cuentas a nadie!
• Por otra parte, dicen que muy pronto caerá un pez bastante gordo. Con la obesidad que hay en las oficinas públicas, a morderse las uñas señoras y señores.
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