De México a Peña de Bernal y de Bernal a México
Salimos de Las Américas muy temprano. Claro después de despertarnos mi esposa Clara, mi hija Tere y yo muy de madrugada y trasladarnos al hogar de la Doctora Elena Díaz Miranda, colega imprescindible del Seminario Permanente de Estudios de la Fiesta en México, y su esposo el profesor Miguel Ángel Ruiz. Abordamos la camioneta y nos enfilamos, bajo la dirección del ‘profe’ Miguel Ángel, a la siempre complicada y atiborrada carretera México Querétaro. Avanzamos sin muchos problemas hasta llegar a la primera caseta de cuota en Tepotzotlán.
Continuamos sobre la interminable cinta asfáltica y como ya era fuerte el hambre que todos habíamos acumulado desde la desmañanada nos aparcamos en un lugar muy concurrido y bastante grande. No supe si se llamaba “El güero” Restaurante de Santiago o sólo Restaurante de Santiago; pero sin duda es un lugar que por la sazón de lo que venden obliga a algunos consumidores a hacer el viaje a ese lugar sólo por disfrutar la barbacoa; las tortillas al comal; los distintos antojitos mexicanos: sopes, quesadillas y tacos. No importa que esté algo retirado de la zona metropolitana; es un lugar obligado para almorzar o comer en un ambiente absolutamente familiar.
Salimos más que satisfechos con los tacos de sesos; quesadillas y una exquisita barbacoa que disfrutamos con un rico café de olla con su pizca de piloncillo que lanzaba al aire el vapor de tan caliente que estaba. Nuevamente sobre el camino seguimos acercándonos a nuestro destino: Peña de Bernal en Querétaro.
El ambiente en la camioneta era cordial y amigable; sin faltar las bromas inocentes y las risas por chistes o anécdotas que hacían nuestro viaje no tan pesado. Salió nuestro vehículo en San Juan del Río, pero sin detenernos, seguimos adelante cruzando Tequisquiapan y Ezequiel Montes hasta abandonar la carrera federal 120 nos dirigimos a Peña de Bernal por la 100.