¿Evolución o Perdición?

Reflexión: ¿Evolución o Perdición?

En la anterior reflexión, hice mención a la voluntad como aquello que de una u otra forma perdemos en el presente, el aquí y el ahora. Lo que absorbe y nubla nuestro juicio, los medios de entretenimiento digital. Hace algunos meses las artes escénicas se han visto en la necesidad de dar funciones en formatos digitales con transmisiones en vivo o en su caso grabaciones, no está mal adaptarse ante las complicaciones que la pandemia ha generado, sin embargo, las artes escénicas nacionales se ven en desventaja ante una competencia publicitaria que ya sabe cómo mantener activo y cautivo a su público desde el marketing hasta el producto final en redes sociales. Los contenidos son variados y la oferta crece día con día.

Sin embargo, muchas veces como público consumidor perdemos de vista que existe la economía de la atención, en el mundo digital tenemos increíblemente múltiples plataformas con contenidos desde los más superfluos como especializados en algún tema y que hay alguien del otro lado que está monitoreando a nivel empresa o corporación qué es lo que el público consumidor ve, le gusta, le desagrada y como seguir generando contenidos para éste y que así el ciclo se repita. Sin duda, muchas actividades se están mudando de formato y como todo, tiene sus pros y contras, pero si uno tiene la “libertad” de buscar el contenido que quiera, bien a bien, los motores de búsqueda y softwares especializados saben qué es lo que nos interesa, mejor un dispositivo sabe de nuestros gustos gracias a la información que compartimos en redes sociales que nosotros mismos, no por nada nos dan recomendaciones, ¿estamos siendo predecibles ante la tecnología? Hay muchos enfoques con respecto a la video vigilancia que algunas empresas hacen y establecen en sus avisos de privacidad, ¿cuántos de nosotros nos saltamos la lectura de esta parte por acceder al videojuego, la aplicación o servicio? La libertad y voluntad se ven minadas porque tenemos la atención diaria en contenidos digitales, sea para las noticias, spoilers, videos, etc. Cualquiera que sea el caso, hay todo tipo de oferta y con la presente pandemia, se están dando cada vez más opciones de cómo mostrar contenidos de forma visual o auditiva.

Pero, ¿cómo activar el interés del público en las artes escénicas en un formato digital? No solo es cuestión de buena publicidad, buenos precios y difusión. El panorama debe verse desde no solo la forma sino también por el contenido. Tenemos contenidos, sí, el detalle es cómo hacer un puente que cambie la forma sin que se pierda el contenido, el cual no solo es el trabajo actoral, del bailarín, de dirección o producción, sino que junto con las demás áreas que son parte del trabajo en conjunto para lograr la puesta en escena, generan un todo, una atmósfera completa. Si bien nos acercamos al lenguaje cinematográfico, éste exige otro tipo de características y especificaciones para que funcione. Hay creatividad e ingenio, pero si bien el espectador está acostumbrado a ciertos efectos, calidad de imagen y audio por series de streaming y películas, es entonces donde se puede ver perjudicado el proyecto escénico, porque se deben implementar otro tipo de diseños y efectos, atractivos para el público porque no solo corre por cuenta del trabajo de dirección o del actor, éste trabajo ahora necesita y requiere, exige cuidado en todas las propiedades, anteriormente mencionadas.

Lo había comentado en anteriores artículos, la base que se ofrece al sector cultural y artístico del país han sido de las más afectadas año con año y con ello, la fuga de cerebros que dan paso a un cierto rasgo de comparación con otras culturas, las cuales ofrecen otro tipo de “beneficios” o estabilidad. Es duro admitir, aquellas adversidades a las que las carreras artísticas nos enfrentamos día con día, pero mientras sigamos existiendo personas que queremos y estamos motivados a continuar con las artes, no solo por talento sino por autodisciplina y pasión, habrá grandes posibilidades de llegar a todo tipo de público en diferentes formatos, físicos o digitales.

Por: Estefania T. Minor

@FannyTMinor